Un poco de reflexión para comenzar el
año, no es con la intención de bajar el autoestima de nadie sino de mostrar un
poco la realidad de lo que ocurrió en el 2018, lo único que intento mostrar es
la verdad y como en muchos casos la verdad es muy incomodad y trae a la
realidad a la gente que vive atrapada en la fantasía, por eso dicen que la
verdad nos hará libre.
El 2018 fue un año problemático para
los venezolanos, a parte de los problemas diarios que se agravan con los días,
en esta navidad se le suman las familia separadas por la migración que sufre
actualmente Venezuela llenando más de tristeza las celebraciones decembrinas.
En Venezuela vivimos en un sistema
que muestra su verdadero rostro cada vez más ante las dificultades, el gobierno
y la oposición son dos lados de la misma moneda, los dos intentan identificarse
con el pueblo, con los pobre pero a raíz de la crisis que estamos pasando la
mayoría de las personas se han dado cuenta que esto no es así. Existen muchos
problemas que se han incrementado con la crisis como la falta de medicina en
hospitales y ambulatorios, transporte, viabilidad, desabastecimiento, empleo,
falta de agua potable, fallas eléctricas, colas, etc. La oposición culpa al
gobierno y a cuba y el gobierno culpa a la oposición y a los
estados unidos.

Tal parece que los que gobiernan y los
dirigentes de la oposición no tienen estos problemas ya que ellos andan en
camionetas blindadas, van a clínicas, no creo que se bañen con un tobito de
agua, no creo que vivan con una caja de Clap al mes y no creo que hagan mercado
con un salario mínimo.
Así pues como se puede solucionar un
problema si no se vive en carne propia el problema, se ve más bien como un
problema externo que hay que resolver.
El gobierno promete cosas que no puede
cumplir o no ha cumplido, como: la recuperación económica después que ganara
las elecciones, la estabilidad de los precios de los productos, un pernil por
familia, autobuses dignos, etc.
La toma de decisiones y credibilidad
de un gobierno y de un presidente deberían ser los factores más importantes ya
que la estabilidad del país depende de su líder y de los que este tenga a su
mando. Las promesas no cumplidas lo que traen es desesperanza, decepción y
rabia. La gente se siente en un limbo del cual no ve escapatoria con el tema
económico, ya que se cumplió 1 año en hiperinflación y hasta el momentos los
métodos que se han implementado no dan con la solución de raíz del problema con
el pasar del tiempo todo parece ir de mal a peor.
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