El mundo está tan globalizado que
las economías dependen tanto una de la otra que una simple brisa en una
economía grande de un país hace tambalear a las demás, en la actualidad estamos
tan inmerso en un sistema que controla cada parte de nuestras vidas a través de
la deuda. Este sistema nos mantiene en un círculo dando vueltas del cual en muchos casos es
difícil de escapar, este sistema controla tanto como nos vestimos, cual es la moda
actual, que teléfono tener, en que tenemos que gastar, que tenemos que pensar,
que tenemos que ver y hasta como tenemos que hablar, nos dice que es malo y que
es bueno.
El sistema controla a través de
la política, religión y el dinero, haciendo cada vez más dependiente uno del
otro, aunque podamos elegir es muy difícil desprenderse de alguno de ellos.
El dinero es el que mueve el
sistema hace que países enteros entren en crisis, pierdan sus recursos
naturales y destruyan la naturaleza todo por dinero, también controla
a las personas por medio de la deuda. Tienes casa, carro, teléfono inteligente
de última generación y no son tuyos son del banco, hay una falsa ilusión que le
pertenece a las personas pero si te retrasas en los pagos el banco (que es el
dueño real de tus bienes) te embarga.
Los políticos hacen guerras
innecesarias inventando excusas que en su mayoría son etiquetadas como ataques
de falsa bandera, todo esto para quedarse con sus recursos naturales, venta de
armas, implantar una ideología o colocar un gobierno títere a los intereses del
país invasor y en cuento a la religión inventa argumentos sin ninguna o poca base
científica, todo por dinero.
El 82% de la riqueza mundial lo
tiene solo el 1% de la población dejando el resto viviendo por debajo de sus
posibilidades casi sobreviviendo y la brecha se hace más amplia con el pasar de
los años, la mayor parte de la riqueza está concentrada en los países
“Desarrollados”. Estos países son los que poseen menos recursos naturales y que
han sido o son imperios, llegando a controlar así un gran número de países a
través de gobiernos títeres y complacientes.
La religión por su parte también
percibe mucho dinero a través de sus feligreses, de organizaciones y de los gobiernos
en forma de “regalos”. Muchas de estas religiones se aprovechan de las
desgracias por las que se encuentra pasando mucha gente ofreciéndoles una
solución a cambio de dinero claro.
Nota: El vaticano tiene su propio banco y nadie de la
población común sabe cuánto posee en realidad ese banco en sus bóvedas ya que
ningún gobierno ni organización tiene permitido una auditoria, el banco también
esta presuntamente involucrado en lavado de dinero, además tampoco se sabe el
valor de incalculables regalos en oro y piedras preciosas que poseen.
Para concluir el dinero influye
en todo: la política, la iglesia, la economía, la vida diaria de las personas y
hasta la muerte. El dinero es un recurso que se debería de repartir de forma
más equitativa a nivel mundial, así se erradicaría parte los males que sufre el
planeta y las personas pero al parecer que en la naturaleza del ser humano
predomina más el egoísmo que el raciocinio.
Nota: Parte de la información es obtenida de la web.
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